Las Monas de Pascua son un dulce típico de Cataluña, que se consume durante las celebraciones de Semana Santa. Una de las características más distintivas de estas monas es la presencia de pollitos y figuras de PVC en su decoración, elementos que se han convertido en un símbolo de esta tradición. A continuación, se explican algunas de las posibles razones por las que se incluyen estos elementos en las Monas de Pascua.
¿Por qué se colocan pollitos y figuras en las Monas de Pascua de Cataluña?
Una de las explicaciones más comunes se remonta a la antigua costumbre de regalar huevos en Semana Santa. Se dice que, en sus orígenes, las Monas de Pascua eran huevos decorados con elementos de la naturaleza, como flores y hojas, que se regalaban a los ahijados. Con el tiempo, la tradición fue evolucionando y se empezaron a añadir elementos que representaban la vida y la fertilidad, como los pollitos. De esta manera, los pollitos y las figuras de PVC se convirtieron en una forma de representar el renacimiento de la primavera y la vida que surge después del invierno.
Otra explicación apunta a la influencia de la industria juguetera de la zona. En la segunda mitad del siglo XX, la industria del juguete en Cataluña experimentó un importante auge, y se convirtió en una de las principales productoras de figuras de PVC en Europa. Se cree que la inclusión de estas figuras en las Monas de Pascua se debe, en parte, a la influencia de esta industria en la cultura local.
En cualquier caso, la presencia de pollitos y figuras de PVC en las Monas de Pascua se ha convertido en una tradición arraigada en la cultura catalana, que se mantiene viva hasta la actualidad. Estos elementos decorativos aportan un toque de color y originalidad a estas monas, convirtiéndolas en un dulce muy atractivo y popular entre los niños y adultos. En la actualidad, se pueden encontrar Monas de Pascua decoradas con todo tipo de elementos, desde los clásicos pollitos y figuras de PVC hasta los más innovadores diseños temáticos. En definitiva, las Monas de Pascua son un dulce que no solo es delicioso, sino que también encierra una gran carga simbólica y cultural.